sábado, 10 de septiembre de 2011

Solo por dormir

Muchas noches me abrazo a mí mismo,
solo para saber que realmente existo.
Después me agarro las piernas para asegurarme,
aunque algunas veces no tengo éxito.

Mi vida se basa en una persona que no está,
a la que busco hasta no poder más.
Y aunque me dicen que sea un picaflor,
mi destino es no dejarme convencer por los demás.

Supongo que mi Tierra Santa está allá afuera
y aunque mi ímpetu es mi mayor arma,
a veces se ve agotada por los golpes de la vida.
Llegará el momento que viviré mi día a día sin alarmas

Me despierto después de una pesadilla macabra
y busco tu boca para oír al menos una palabra,
que permita que mi mente se abra,
pero no te encuentro y mi cabeza se descalabra.

Más tarde me dirijo a las fiestas de un pueblo lejano.
Nada vale si allí está un solitario Jovellanos
buscándote en el cielo en vez de en los llanos,
perdiendo el tiempo que fluye entre mis manos.

Vuelvo pronto a mi aburrida casa
sintiendo como voy soltando las asas
de una vida que pierdo y se atrasa
a coger las alegrías que pasan.

Madrugo a medio día cubierto de picaduras
de mosquitos infernales que perduran
más que esas sonrisas que serían mi cura,
y es por eso que me ahogan ríos de sal pura.

Salgo para entrenar a mi querido baloncesto,
aunque me cansa hasta cambiar el gesto.
Pero al igual, que en la vida, dejo el resto
y me da igual lo que la gente diga de esto.

Hoy he despertado en mi sobrio mundo,
es el único lugar donde sin estar borracho
siento que en este fango no me hundo,
sino que asciendo hay un lugar mejor

A media tarde he jugado al billar,
y aunque soy bueno Pablo ha ganado.
Ya tarde Jota se ha hecho brillar.
Lo único que queda es dormir,

y esperar que mañana,
aún halla cosas que descubrir.

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