miércoles, 3 de agosto de 2011

Flecha de Cupido

La noche se acerca lo siento dentro de mi ser,
y es que es más oscura antes del amanecer.
Espero un nuevo día en el que triunfar;
hacer cosa que puedan al mundo maravillar.

Pero el mundo elige por nosotros el destino;
nosotros no elegimos, ni siquiera el camino.
Por eso ando perdido por la luna nueva
que sobre mí se cierra y mi sabor prueba.

Angustiosa fue la espera de aquella tarde;
imaginando la luna que sobre mi piel arde,
tan fría y a la vez caliente, hace perder el norte
provocándome esta herida en el pecho post morten.

Ahora la guadaña me espera con su frio acero,
dejando mi cuerpo como polvo en un cenicero.
Mi alma incorrupta y cansada perecerá en el olvido,
por no haber sido alcanzado por la flecha de Cupido

No hay comentarios:

Publicar un comentario